Debo confesar que las vacaciones de invierno me matan. Cuando uno se queda en Buenos Aires, inevitablemente, te queda la televisión, la radio y los diarios; es como una gran tentación. Y los chicos... siempre hablan del futuro, los chicos son el futuro, por los chicos tal cosa... todos se conmueven por los chicos, y despues lo que hacen por ellos es realmente espantoso.
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