La tos que comenzó el programa pasado me acompaña hasta ahora. Espero que el conjuro termine hoy. Votar siempre me alegra, desde el momento que estuve habilitada para ello jamás deje de ejercerlo. Pero siempre he sido de los que pertenecen a minorías, nunca un ganador, salvo algún ballotage.
Ser minoría no esta bueno, pero como sabemos eso no se elige. Desde las 17:30 hasta las dos de la madrugada estuve frente al televisor, haciendo zapping y presenciando el gran circo del periodismo. Las cosas no estaban saliendo como se esperaba pero… Los medios como siempre parciales, agigantaban los mínimos resultados que podían manejar.
Mi tristeza no era por quienes perdían sino por quienes ganaban. Ganaban unos candidatos capaces de decir cualquier cosa, muchos de ellos empresarios, venidos en políticos (la peor de la raza). La sensación que me invadía, mientras la tos se tomaba un descanso era que ante la poca diferencia en que todos habían ganado, todos habían perdido al mismo tiempo. La disconformidad del electorado parecía importante y para todos lados.
Lo que también quedaba claro que no había un exponente verdadero desde la oposición.
Los medios esa noche comenzaron a mostrar su simpatía por algunos, a medida que el tiempo transcurría. Salvo América, que nos mostraba sin tapujos la fiesta del PRO y todos sus consejos a los fiscales. Otros cercanos al gobierno mantenían prudencia.
Todo el conglomerado Clarín mostraba una postura expectante, con visos de esperar de una u otra manera poder titular “LA derrota del gobierno”, era tan obvio, que Tenmbaum (que no quería quedar pegado a la consigna, ) desapareció de la pantalla del 13 mucho antes que todos los demás “analistas”. El ex presidente no les dio el gusto de reconocer que habian perdido, hasta que el canal de aire terminara su transmisión.
Una noticia fechada el martes en el diario El País de España, habla del “crecimiento en la bolsa de las acciones del grupo Clarín, luego de la derrota del gobierno”. ¡Cuánto dinero debe haber en juego! Uno ni siquiera puede imaginarlo, pero si olfatearlo. Pero al otro día el grupo salió con todo, allí el presidente del PJ renuncia, y Cristina nos explica y ellos sancionan (Clarín).
Sale todo el peronismo agazapado, a postularse, todos los “ganadores”. Qué pensar. El problema del peronismo es que te das vuelta y te clavan un puñal en nombre de ser un movimiento, un sentimiento al decir de Das Neves, un sentimiento imparable (cuidado con esos sentimientos…lo digo como psicóloga).
Entre ese peronismo, la gripe A , y los operativos desde los medios con rumores de renuncias de todo el gabinete…mi tos era incontrolable. Para colmo, solo al ir al medico sentía que tenia lepra (y que yo era la responsable!!!). La paranoia comenzaba a crecer, y la tos que tiene un componente nervioso, se complica más si te miran como el culo. Moria había dejado en exclusiva el resultado de su rinoscopia para el día siguiente, el diario La Nación en su versión online confirmo el romance entre Cecilia Roth con Gonzalo Heredia y los lectores comenzaron a decir barbaridades. La envidia los pudo.
Pero peor que la envidia o la soberbia es la miseria y la codicia. Todos los candidatos del peronismo se vuelven presidenciables, todos los “ganadores”, son el centro de atención por poco representativos que sean.
Mientras tanto la tos me convierte en una amenaza pública. Leía los diarios, miraba la tele, escuchaba la radio, pero no hablaban de mí. Moria sigue con su rinoscopia, antes Mirtha dijo: “que me importa Honduras!” ¡Ay, esas mujeres! Por suerte Cecilia Roth sigue con ese muchachito, una buena para nosotras las chicas!
No tengo Gripe A, tengo tos, pero la tos es mucha por la noche. En esos ataques, me despierto y pregunto a quien me acompaña en mi cama.
-Es un sueño, una pesadilla?
-Es una pesadilla la realidad- me responde
-La gente que voto?
-No podría decirte, amor, tranquila cuidate, tapate.
-Si alguna vez nos gobiernan estos empresarios, nos vamos del pais!
-Primero quiero que te tapes y tomes los remedios.-sigue él con toda paciencia
-Esta todo tan mal?
-No, mi amor, las cosas se van acomodar…
Me tranquilizo, yo no duermo con un enemigo.
Sí, ya sé. Mejor me callo y empezamos.
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