sábado, 28 de febrero de 2009
Semana de Oscars
La semana comenzó, por lo menos para mi, con la entrega de los Oscar. Siempre la veo, siempre me disgusto, pero es una costumbre. Una puesta clásica, todo recordaba a una ceremonia de los 40. Glamorosa pero no extravagante. “Estamos ayudando bancos, la gente se queda sin viviendas, no podemos alardear” se ve que dijo alguno, y entonces nada rimbombante. Sabemos igual que los miles de cristales salen una fortuna (unos que hacían de telón de fondo).
Pero en la previa, no se si yo mire con mas detenimiento, o esta vez todo es en el mundo mas grosero, pero todos los artistas decían quienes los habían vestido, de quien era el calzado, los aros, etc. Me recordaba a los peores programas de acá, “viajo con taxi … mas seguro”, “me peina… como nadie”, “mi perro come…”. Esos productos que habitualmente son pésimos, ellos, los conductores no los usan ni en la miseria. Pero en Hollywood , las marcas promocionadas, son tan caras, que quiero creer que los usan (o un Armani para ellos es como Congo para mis gatas: la peor comida par animalitos. Sí, yo les di Congo, se me llenaron de caspa, vomitaban, una cosa espantosa). Siempre el chivo, eso de nombrar marcas en la TV me pareció bastante feo, pero… Sigamos con los Oscar.
Un presentador, Hugh Jackman, actor australiano, que sabe hablar, cantar, bailar y aprenderse un libreto. Hay acá de esos o tendremos que exportarlos? La ceremonia parecia ser: “quedemos bien con el mundo”. Una española, presentador de Australia, una mejor actriz británica, un documental alemán, una mejor peli India, un mejor actor (Jhon Penn) y guionista de una película sobre los derechos de las minorías sexuales. ¡Un pluralismo! Habrá pedido Obama que le den una mano con toda la expectativa que tiene en él el mundo.
Con respecto a “Milk” (no hagan chistes), sorprendió que alrededor del Teatro había manifestaciones homofóbicas multitudinarias. Cuando me entere, pensé, que bueno acá no tenemos d e eso. Un amigo me codeo y me dijo: “no todavía no se organizaron, pero espera que en uno o dos años se te llena el Obelisco de anti gay netamente argentinos”.
Ya un poco desganada, seguí atenta ,pero no tan ilusionada , el final. Sí, gano “Slumdog millionaire: ¿Quien quiere ser millonario?”, una peli de amor, con mucho del sueño americano (“Cualquiera puede llegar”), pero me hizo pensar, que la película cuenta, entre otras cosas, como la preguntas del dolor, como los hechos mas terribles, tiene las respuestas acertadas para este indio que juega en “Quien quiere ser millonario?”, la respuesta que no sabe, tiene que ver con el placer, con el juego, con lo amoroso. Y de eso la pobreza, la crueldad, no saben.
Y, en el transcurso de la semana mediática, fui a dar con el juez de la Suprema Corte Eugenio Zaffaroni, entrevistado por Tenenmbaum en TN. Y toda esta info inconclusa que me venia de los Oscar se convirtió en esta apertura. “No hay mas chicos y/o adolescentes criminales, los últimos estudios no hablan de ningún incremento en la criminalidad juvenil”, afirmó Zaffaroni. “Los chicos no tiene menos penas que los adultos, no esta legislado, reglamentedo, por eso siempre es peor. Cuando una sociedad quiere poner un paraguas sobre los desprotegidos…Las mujeres, los negros y la esclavitud, los pueblos originarios…”, los destruye diria yo.
“¿Por qué hablar de la pena d e muerte en el caso de delincuentes que salen y vuelven a delinquir?. ¿Por qué no preguntar si cumplieron la condena, sino la cumplieron, la justicia deberá ser sancionada? Pero si la cumplieron…¿Quién sabe qué voy a hacer yo o vos dentro de 15 minutos? ¿Podemos predecir la conducta de un ciudadano que cometió un delito cumplió la condena y luego sale? ¿Un hombre que roba, es un ladrón de por vida?
Si lo señalamos como tal, será eso pues, no dejaremos para él otro lugar en la sociedad. Y todo esto me hizo pensar, y para no quedarme pensando, te lo pienso en voz alta a vos, sí a vos.
Sí, ya sé. Mejor me callo y empezamos.
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