sábado, 7 de marzo de 2009

La mayoría que somos


Hablar de algo que todavía no sucedió, suena raro si hablamos de medios.

Antes que nada: tuvimos esta semana la presión de los informativos sobre la imagen de Gobierno Vs Campo, los estertores de las declaraciones de Susana como elementos centrales que generan violencia entre los consumidores de las noticias. A tal punto que como Gobierno Vs Campo no era tan redituable en audiencia (acuerdo mediante no importa como noticia…Ergo, las noticias solo son los desacuerdos), las declaraciones de Susana fueron llevadas a nivel de una discusión nacional. En cada lugar que se reflejaba un hecho de violencia se citaba a Susana. Y para completar, Sandro acompaña a la diva…¡No hablen más!, gente que uno le tenia aprecio se vuelven sorpresivamente desconocidos

De los informativos nocturnos, por lo menos de la semana, los primeros 5 titulares, hablaban de muerte, robo, violación. Luego, los opinólogos nos traían el tema de la crisis mundial: conclusión otra que la segunda guerra. La película que nos cuentan no es la noticia, sino el armado ficcional, con algunos hechos reales, de ciertos sucesos. Alerta, Urgente, Ultimo momento, etc, etc.

Parece una trampa insalvable. Queremos estar informados para compartir los acontecimientos con la comunidad, pero hoy por hoy estar informados es como entrar en una parálisis, un ataque de pánico. No podemos salir a la calle, no podemos consumir, debemos tomar recaudos. En definitiva: no podemos vivir.

Pero hoy quería hablar de otra cosa.

Cuando hablamos de minorías, no es por su cantidad numérica. Es muy común que estas, sean mayorías, pero se vuelven menos por la opresión de minorías que a su vez, las vemos como mayorías. Y estoy hablando de las mujeres, una mayoría que es, todavía hoy, dominada, oprimida, vapuleada.

Me adelanto al domingo, porque sinceramente no soporto la mediatización del “Día de la mujer”. Lleno de flores, o de recordatorios barrocos, o en el otro extremo ciertos discursos absolutamente teñidos de otros intereses tan sectoriales que no llegan nunca a la mujer en general. De las mujeres tenemos versión religiosa (de todas las religiones), versión monárquica, versión capitalista y versión mediática. Sabemos por la historia que la traición dentro de las minorías es un hecho, y una de las peores. La no solidaridad de género no es una excepción a esta regla, y podría decirse que es una de las más traicionadas por sus pares.

Pero de todas las versiones de mujeres que la historia nos brinda, me quería detener en la mediática. ¿Cuantas mujeres dirigen diarios en la Argentina? ¿Cuantas mujeres dirigen radios en la Argentina? ¿Cuantas mujeres dirigen canales de televisión en la argentina? Hay mujeres que escriben en los diarios, pero pocas con cargo jerárquico, salvo en sus suplementos, y a veces ni siquiera eso.

Hay mujeres que conducen programas radiales, ¿pero cuantas? Una docena en tiras de importancia de radio. Hay mujeres que conducen en la tele, pero la mayoría relegada a lugares de mujer tradicional, léase esposa/madre/reina del hogar/símbolo sexual (emotivos, culinarios, sexys). Por supuesto, los informativos son conducidos por la dupla hombre/mujer casi como reproduciendo lo que se ha dado en llamar la naturaleza humana. Como si esta fuera quien nos rige y no lo que los humanos hacemos de ella.

Yo estoy casada con un colega, varón, trabajo en un lugar con tintes progresistas, pero si tienen, desde las autoridades, que hablar con alguno de los dos, prefieren hacerlo con él. Solo un ejemplo. Las mujeres con puestos de jerarquía en los medios, tienden a preferir no tener tantas mujeres en su entorno. Prefieren manipular al hombre con lo aprendido en la infancia, que someterse a la discusión con sus pares. En muchos casos son las que encarnan el lugar mas machista d e la sociedad.

Para pensar.

No todas las mujeres son dignas de ser homenajeadas en este 8 de marzo (día en que se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona, a partir de la muerte de 146 mujeres calcinadas, en 1908 en una fabrica textil d e NY por defender sus derechos). Decía que no todas son dignas de este día, pues muchas acompañan ese mismo incendio de 1908. Otras, no tan extremas, son las creadoras o participes del lugar mediático de la mujer día a día. La mujer desesperada que necesita a Mister Músculo, las que necesitan Mister suavidad para no raspar a sus hijos con la ropa, la se fanatiza con que huela bien un inodoro, un piso, o lo que sea. ¿Nunca un hombre obsesionado con la lavandina?

O, aquellas que acompañan día a día, la mejora del tránsito lento (no vaya a ser que tengas panza y tu marido te deje por otra), o la que permitió sin mayor explicación que en este nuevo programa hecho por y para adolescentes que una muchacha de 15 años diga: ”mi abuela siempre me dice ‘esas mujeres que están con cualquier hombre en su juventud, terminan solteras o muertas. Y tiene razón. Yo no puedo estar con cualquiera y seguir viviendo en le mismo barrio. Que va decir mi marido , me case con la que se acostó con todos…’” Porque también se trata de eso: una sexualidad no atada a aquel mandato masculino de la dicotomía madre/prostituta. Mujeres, muchas unas mas afines otras no tanto…

Pero si nosotras podemos dejar el prejuicio de enjuiciar mas a una mujer por el solo hecho de serlo, quizás seamos más las que tengamos poder, quizás seamos mas las que cambiemos las cosas.
Quizás seamos la mayoría que somos.
Quizás, quizás, quizás.

Sí, ya sé. Mejor me callo y empezamos.

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